En esta ocasión les compartimos la experiencia de uno de nuestros intérpretes traductores residente en Guadalajara, Jalisco quien de forma muy íntima nos comparte su experiencia al dedicarse en el ámbito de las traducciones.
“¿Intérprete? ¿De qué género musical?”, “Pero aquí no hay muchas actividades de la ONU… ¿Dónde se necesitan ‘traductores’?”, “¿Y si hay trabajo?”, “¿Cómo le haces para trabajar por tu cuenta? Yo no podría”. Estas preguntas y aseveraciones son muy comunes hoy en día en nuestro país cuando se le explica a alguien cuál es nuestra profesión. Desafortunadamente, la situación en relación a la cultura de los mexicanos con la utilización de intérpretes traductores es muy limitada, y, si alguien con quien se conversa explica que conoce a profesionales del ramo, la mayoría estará ubicado en el Distrito Federal.
Yo soy colimense de nacimiento, chiapaneco por crianza y tapatío por adopción. La provincia vive en mí y yo vivo en la provincia. Esto no quiere decir que mi nivel cultural o educativo sea menos competitivo que cualquier otro intérprete en el Distrito Federal, pero sí es un bache en el camino cuando se quiere crecer profesionalmente en ésta industria. No solo hay que buscar clientes por cuenta nuestra (dado la falta de agencias basadas fuera de la capital), sino que la falta de cultura mexicana por conocer o contratar intérpretes se permea hasta lo más profundo de nuestro territorio nacional.
Afortunadamente, las cosas parecen estar cambiando poco a poco: cada vez se llevan a cabo más congresos en ciudades donde antes no (como Tuxtla Gutiérrez o San Luis Potosí), pero estos pasos van avanzando más lento que lo que esperamos. La lucha por el mercado laboral se lleva a cabo en los vaivenes de cotizaciones, programaciones, técnicos, especialistas y, sobre todo, el cliente y su desconocimiento de la industria. Muchos de los clientes que contratan a intérpretes en provincia, tienen aún menos conocimiento de la dinámica de la profesión que los contratantes de la capital: esto solo puede conllevar más trabajo, más explicaciones, más justificaciones, más obstáculos.
Sin embargo, la clave está en sabernos vender. El buscar clientes potenciales y proactivamente ofrecer nuestros servicios es crucial para nuestra subsistencia fuera del D.F. (universidades, dependencias gubernamentales, cámaras empresariales, agencias de publicidad/turismo/mercadotecnia). No limitarnos solo a nuestra ciudad, sino ampliar los horizontes a toda la región (por ejemplo, si se radica en Villahermosa, buscar clientes en Chiapas o en Veracruz) y, sobre todo, tratar de hacernos de un nombre de boca en boca (al final, así es como nuestro trabajo se da a conocer más).
Si bien es cierto que cuando se busca abrir un mercado nuevo nos podemos encontrar con fuertes barreras de entrada, éstas pueden ser fáciles de sobrellevar cuando se tiene constancia y perseverancia. Por más trillado que suene, esto es lo único que va a llevar a que se tenga un exitoso futuro en la carrera de interpretación, y cuando los frutos de esta perseverancia y constancia lleguen, la satisfacción (y el éxito) son innegables.