¿Se te ocurre algún nombre de un traductor profesional famoso? ¿Es difícil no? Normalmente los traductores pasamos desapercibidos, somos como los súper héroes anónimos del lenguaje por ponerlo de algún modo. Sin embargo, muchos escritores famosos dedican también su tiempo y su talento a la traducción. La traducción literaria es una de las más complejas, ya que no sólo traduces de un idioma a otro ideas o frases, sino que tienes que buscar la manera de adaptar y de que la estética de esa obra permanezca presente de algún modo y ahí entra el gran debate de siempre, podemos tener grandes habilidades lingüísticas y ser muy buenos adaptadores, pero una traducción nunca será el reflejo exacto de la original, algo se va a perder en el camino.
Pero bueno, retomando el tema de los escritores, voy a presentarles a algunos de esos famosos escritores que también se dedicaron al bello y complejo arte de a traducción.
Empecemos por el principio, y por uno de los libros más antiguos, más importantes y más traducidos en el mundo, la Biblia. El primer intrépido en traducir la Biblia fue San Jerónimo, y cabe mencionar que hoy en día es el santo patrón de los traductores. San Jerónimo se encargó de traducir la Biblia al latín vulgar y así poder llegar a las masas.
Otro famoso escritor que también le metió mano a la Biblia fue Martín Lutero, quien la tradujo al alemán.
Alexander Pope tradujo la Ilíada de Homero, hazaña que le tomó alrededor de cinco años y después se aventuró a traducir la Odisea y muchas obras más.
Ahora acercándonos un poco más a nuestros tiempos, encontramos las famosas traducciones de Octavio Paz, el ganador del Premio Nobel de Literatura en el año de 1990, él a parte de traducir obras como Sendas de Oku, Antología de Fernando Pessoa, Versiones y Diversiones, etc., también escribió un ensayo en el que analiza la actividad de la traducción.
Ya que andamos por Latinoamérica, recordemos también a otro gran escritor y traductor, Julio Cortázar, quien estuviera casado con la traductora argentina, Aurora Bernández. A Cortázar se le encomendó traducir la obra completa en prosa de Edgar Allan Poe, la cual sigue siendo considerada como la mejor traducción de las obras del escritor estadounidense.
Jorge Luis Borges es otro gran escritor que también nos compartió sus grandes habilidades como traductor profesional, traduciendo obras de Franz Kafka, Hermann Hesse, William Faulkner, Herman Melville, Virginia Woolf, entre otros.
Todos los anteriores son grandes ejemplos de traductores que no son famosos precisamente por esta labor, pero que al ser escritores pueden traducir obras literarias convirtiéndolas en nuevas obras de arte.